En el año 2010 Intermon Oxfam lanzó su campaña “Objetivo Robin Hood, que no paguen los de siempre” que reclamaba la incluir la Tasa Tobin (un gravamen del 0,5% a todas las transacciones financieras especulativas destinado a proyectos sociales) dentro de las leyes financieras europeas. Nos gustó mucho la campaña y, a finales de año, le propusimos a Intermon hacer algo por nuestra parte para apoyarla. En 2010 muchos países europeos, entre ellos España, estaba sufriendo los primeros azotes de la crisis con recortes sociales, aumento de impuestos y subidas desorbitadas en tarifas de luz o gas. En Europa, sobre todo en Italia, Francia y Reino Unido, se produjeron muchas movilizaciones sociales, pero en España, donde se estaban los recortes más grandes, no ocurría nada, nadie se movilizaba o quejaba, era una sociedad adormecida.
Para paliar esta falta de protestas, creamos la campaña “Me gustaría manifestarme pero soy un huevón”. A través de redes sociales, invitábamos a las gente a manifestarse en un espacio web, “sólo con un click”, un método adaptado a la pereza colectiva. Nos comprometimos a sacar a la calle todas esas voces virtuales a través de “El manifestador”: de un dispositivo compuesto por una persona equipada de un enorme equipo de audio que amplificaría la voz de los manifestantes de sofá. La campaña tuvo una gran aceptación con miles de manifestantes virtuales, la repercusión fue enorme porque nos entrevistaron en radios y televisiones nacionales… Y cuando habíamos recopilado todas las voces y nos disponíamos a montar la manifestación, llegó el 15 de mayo, y nuestra campaña perdió, o quizá ganó, todo su sentido.
Ámbito: Pamplona, Navarra, nacional